A quienes han tenido la oportunidad de darle lectura a lo mucho o poco que he logrado escribir hasta ahora:
En esta segunda entrega, a vísperas del adviento, nos encontramos con la siutación que cada fin de año nos va invadiendo: a algunos nos invade la nostalgia y a otros los invade las compras y parrandas navideñas... todo para justificar el nacimiento de nuestro redentor.
¿Estás listo para recibir al Señor? |
Sin embargo, nos olvidamos del sentido real del Adviento, que puede sintetizarse de la siguiente manera: Cristo toma nuestra carne y se hace presente en la realidad de la humanidad; y esa realidad humana es la de creación divina (imagen y semejanza a Dios), que somos personas con mucho potencial, distintos a toda la creación.
Dentro de poco, se pondrán las coronas de adviento en los hogares y en los templos para indicarnos la hora de la espera a nuestro salvador...
Reflexionemos entonces sobre nuestra condición y hagamos un examen de conciencia, emendemos nuestras faltas (no solamente en estas fechas, sino en todos los ámbitos de nuestra vida) y abramosle el corazón a Cristo Jesús.
Sugerencias y comentarios a: indomitable.ragazza@gmail.com
Bendiciones y recordando siempre el Lema: Conviene que Cristo crezca y que yo disminuya.
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