Al inicio de este mes deseo compartirles una pequeña historia en la cuál (en lo personal) existe una enseñanza:
Es obvio que al llegar a nuestra casa después de trabajar (o quienes no estamos en nuestro hogar, regresamos al cuarto donde rentamos) se necesita de un pequeño descanso... y cuando deseaba acostarme, una voz me invitó a pasear: Era la voz de Doña Carmen.
La ví muy motivada y en la parte de afuera sus nietos, hijos y demás familiares estaban allá afuera... todos andaban muy contentos ya que todos estaban ansiosos por ir a nadar.
Cuando llegamos al lugar donde disfrutaríamos de un dia de campo de forma improvisada, mi casera me invitó a conocer su terrenito: llegamos a uno de los potreros que ellos tienen, me mostraron en qué lugar nace el agua que utiliza la comunidad para beber y sobre el zacate llanero para las vacas, además de que consumimos un chicharrín y un rico caldo de calabaza con chipilín... ¿qué más podría yo pedir?
Lo mejor de la vida se manifiesta en detalles sencillos. |
Sin embargo, no quise perder la ocasión y decidí tomar algunas fotos y me dí cuenta que tanto niños y grandes disfrutaban del momento, compartiendo lo poco que tenían, sin cuestionar el lugar... verdadera comunidad.
Y esta experiencia (a título personal) son indicios que el Adviento ha llegado y que en las cosas más sencillas cada día recibimos lecciones por parte de Dios.
Dudas, Sugerencias a indomitable.ragazza@gmail.com
Conviene que Cristo Crezca y que yo disminuya...
Bendiciones de la Bella Ragazza.
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