Envio muchos saludos a la comunidad que nos lee y se dedica a emitir sus comentarios en el blog como en la página del facebook.
Como habrán notado, últimamente no he escrito de forma consecutiva debido a que dentro de las ocupaciones realizadas, actualmente desempeño mi actividad de profesora de educación primaria dentro de una escuela unitaria (para quiénes no están familiarizados con estos términos en México existen escuelas de carácter unitario cuando en una comunidad es poco el alumnado y el docente realiza las funciones de maestro de grupo, conserje y director encargado de la escuela).
De forma especial agradezco el comentario de la Hna. Aylin sobre el tema abierto de los juegos olímpicos, ya que sin duda alguna ofrece un punto de vista más amplio que permiten la reflexión sobre el tema.
En este día 28 de Agosto celebramos a San Agustín de Hipona pero también celebramos el día del abuelo, cuyas referencias que nos da Wikipedia son las siguientes:
El día del abuelo o día de los abuelos es un día conmemorativo dedicado a los abuelos dentro de la familia, complementando al Día de la Madre y al Día del Padre. Esta jornada se celebra solo en algunos países y con diferencias en la denominación, motivación y fecha entre todos ellos. A nivel internacional existe una celebración promovida por la ONU que recuerda a las personas mayores en general: el Día Internacional de las Personas de Edad.
En diferentes partes del mundo se celebran a los abuelitos, aunque las fechas son muy variadas. Sin embargo, le pedí de favor a mi madre que me orientara sobre una lectura que pudiera hablar sobre nuestros abuelos y me sugirió la lectura del libro de SIRACIDES 3:1-16, en el cuál nos habla sobre el respeto a nuestros padres ante los momentos de la vejez:
"¡Hijos, óiganme, les habla su padre! Sigan mis consejos y se salvarán. Porque el Señor quiso que los hijos respetaran a su padre, estableció la autoridad de la madre sobre sus hijos. El que respeta a su padre obtiene el perdón de sus pecados; el que honra a su madre se prepara un tesoro. Sus propios hijos serán la alegría del que respeta a su padre; el día que le implore, el Señor lo atenderá.
El que respeta a su padre tendrá larga vida; el que obedece al Señor será el consuelo de su madre. Servirá a los que le dieron la vida como si sirviera al Señor.
Actúa así, honra a tu padre de palabra y de hecho, y su bendición se hará realidad para bien tuyo. Pues la bendición de un padre afirma la casa de sus hijos, pero la maldición de una madre la destruye hasta sus cimientos. No te alegres de la deshonra de tu padre: su vergüenza nunca será motivo de gloria para ti. El honor de un hombre depende de la reputación de su padre; cuando una madre mereció el desprecio, salieron deshonrados sus hijos.
Hijo mío, cuida de tu padre cuando llegue a viejo; mientras viva, no le causes tristeza. Si se debilita su espíritu, aguántalo; no lo desprecies porque tú te sientes en la plenitud de sus fuerzas. El bien que hayas hecho a tu padre no será olvidado; se te tomará en cuenta como una reparación de tus pecados. En el momento de la adversidad será un punto a tu favor, y tus pecados se derretirán como el hielo al sol. Abandonar a su padre es como insultar al Señor; el Señor maldice al que ha sido la desgracia de su madre. "
Esperando que en este texto nos ayude a comprender mejor a nuestros padres (si es que ya están en la vejez) como también a nuestros abuelos y familiares que han llegado a la Senectud.
Sugerencias y comentarios a: indomitable.ragazza@gmail.com
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"Conviene que Cristo Crezca y que yo disminuya"
Bendiciones de su hermana en Cristo: Janepooh Bella Ragazza.
