lunes, 19 de diciembre de 2011

El perdón, según "Cantinflas"

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo:

Han sucedido muchos eventos en muchas partes del mundo: La celebración de las apariciones de la Virgen de Guadalupe (festividad religiosa que caracteriza a México y que en otros países se ha difundido dicha devoción), Atentados, muertes, secuestros, protestas (ya sean de carácter político o de los ataques de las sectas (o hermanos esperados como diría la Hna. Lisseth Casanova), etc.

Por otra parte, mientras me dedicaba a seleccionar contenidos para este espacio, recordé que en la universidad un profesor llamado Rubén Vázquez Gutiérrez me obsequió un libro llamado "Elimine la Depresión y sea Feliz" del autor Rey G. Cantú en el cuál abordaba un punto muy interesante y que va acorde a todos los tiempos (sean litúrgicos o de la historia misma): El perdón.

Alguien ha dicho que "cuando decidas amar, deja que tu amor crezca; y cuando prometas amar, ¡rehúsa dejarlo morir!"

Sólo los arrogantes no conocen ni quieren saber nada del perdón, porque no tienen la disposición ni la humildad para perdonar.

El extinto Mario Moreno "Cantinflas", nos dejó estas bellas reflexiones en torno al perdón y el buen vivir:

Jesús nos muestra el camino, ¡No le cierres la puerta al amor!
"Todos creemos que nuestra manera de vivir, nuestra manera de andar, actuar y pensar son las mejores, y a la fuerza se la queremos imponer a los demás. Cuando, con humildad, deberíamos luchar para derribar la barrera de la incomprensión que nos separa y hace tanto daño, sembrando odio y desconfianza. Debemos pugnar porque el hombre piense en la paz, no impulsado por la emoción o los intereses extraños, sino porque es su deber hacer de este mundo un lugar, una morada de paz y tranquilidad, digna de la especie humana y de sus elevados destinos; aspiración legítima que sólo será posible con el ingrediente del amor.



Y que fácil sería lograr un mundo tal, en el que todos los hombres blancos, mulatos, amarillos, ricos y pobres, cultos e ignorantes, pudiesen vivir como hermanos, si no fuéramos tan ciegos, obcecados y orgullosos; y diéramos un lugar en nuestros corazones a las sublimes palabras por aquel humilde carpintero de Galilea: "Amaos, amaos los unos a los otros". ¡Sea el amor la síntesis de nuestra vida, la más alta meta para cada uno de los vivientes!"

Que en esta espera durante el Adviento y en esta Navidad, los mensajes de perdón y esperanza nos motiven a una conversión al Señor. Desafortunadamente para la mayoría de las personas, los tiempos de conversión y penitencia lo realizan en Cuaresma y Adviento... pero no por ello bajaremos los brazos y no dar testimonio de Cristo.

Una reflexión para meditar en el fondo de nuestra escencia.

Sugerencias y comentarios a: indomitable.ragazza@gmail.com

"Conviene que Cristo Crezca y que yo disminuya"

Bendiciones de su amiga Janepooh Bella Ragazza.




No hay comentarios:

Publicar un comentario